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LA DOLENCIA DE MI CIUDAD

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Blurb

La historia se vuelve especial porque nos permite adentrarnos la vida de una persona que miramos todos los días, pero casi pensamos que es alejada de la nuestra, pero nos permitirá ver cómo estamos tan equivocados.

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LA DOLENCIA DE MI CIUDAD
La Evolución ¿Quién diría? Que luego de estar muerto por dos minutos, salí corriendo de la sala de urgencias al ver que no sabía porque estaba ahí, sangrando por uno de mis brazos apenas si podía caminar a causa de unos golpes que recibí el día anterior cerca de mi cabeza. No podía quedarme ahí ya que si alguien se percatara de quien soy yo, de seguro llaman algún policía. En ese momento llego una urgencia un hombre herido y en medio de ese alboroto me salí sin que se dieran cuenta. Estando afuera pude ver que  amaneció ya y no he vuelto a casa, no tengo buenos recuerdos ni cara para poder ir, no sé por qué, pero creo que si llegara a aparecerme ahí sería dar muchos problemas. Amaneció ya desde que salí de huyendo del hospital, aún sigo cubierto un poco la ropa de sangre y siento un moretón en mi cabeza, pensaba que me quitaría ya el dolor, en tanto que siguiera el día no sé porque aun duele más terrible que antes. Mientras caminaba por las calles llegué a un mercado, no había mucha gente y vi que había unas cuantas manzanas en el suelo rápidamente las tome y en un segundo un golpe me llego a la espalda. Era la vendedora que con mucha ira insultando y gritando me había golpeado por tomar de su mercadería de venta, de pronto un recuerdo vino a mi mente asustado corrí del lugar porque el recuerdo me mostraba que unas personas a las que no podía ver sus rostros con detalles que talvez por hacer un mal o quizás sin saberlo me habían regalado unas tarrinas de comida, que si no me quito el hambre me quitaría todas las fuerzas y energías porque estaban talvez con alguna malicia. Luego de caminar apurado deje ese mercado mientras por las calles caminaba todos miraban mis zapatos, ¿Saber por qué la gente antes de mirarte el corazón mira tú exterior? Ahora me preocupa pues si yo mismo lo hacía caminaba con elegancia mostrando mis zapatillas, mostrando más que ironia a los demás sin darme cuenta que unos simples zapatos Nike, no eran ellos los que me hacían ver mal. Ahora furioso porque antes que ayudarme preferían cambiar de calle, ¡Nadie se preocupa por nadie! Nadie ayuda nadie. ¿Quién era yo? Era ese nadie que ahora solo se repite las mismas palabras. ¿Cuantas veces me equivoque?  Si alguna vez alguien pidió mi ayuda y la negué, hoy esa misma ayuda me rechazo. Mientras camine ¡pruuuunb! disculpen la interrupción al parecer mi estómago no se ha recuperado de la comida anterior, llegue al parque donde si es un espacio tan bien cuidado hace tiempo no era así, pues la pila central que ahora ven ahí apenas la pusieron, las bancas en donde la gente frente de mi está sentada ni siquiera estaban pintadas, y esas plantas que adornan el contorno apenas si fueron cortadas. Entonces me senté a comer las 3 manzanas que pude recoger, antes de terminarlas recordé como es que estoy en este punto, sin embargo, cada que lo intentaba me dolía más la cabeza, habrán paso 2 o 4 horas sin darme cuenta y una persona se me acerco, me dijo hey toma esta moneda espero te sirva, pero no podía levantar mi cabeza pues era alguien que conocía y no quería que me viera. En el transcurso del tiempo que estaba recordé que trabajaba cerca de aquí a no más de 2 cuadras, pensando que debería hacer, ahora pues tenía una sed incomparable y la moneda que me habían dejado no me servía de mucho como para comprar agua, me levante y tome una pequeña botella que estaba a la vista la metí rápidamente en la pila y la lave, recogí poco de agua, un hombre en ese momento se me acerco vestido con pantalón caqui, zapatos negros, y una camisa de algodón. —Me dijo sígueme te daré algo de comer. —No es necesario (Al parecer no me haba reconocido) Yo tenía el cabello largo y no me había afeitado ya mucho tiempo, mis ropas no estaban rotas comparadas con los demás que por ahí pasaban tampoco eran las más limpias del lugar. —Ven acompáñame confía en mi (repitió) Al verlo un poco más con claridad supe quién era un viejo amigo de ya hace mucho tiempo, pero Él no sabía aun quien era yo, caminé un poco rezagado de el a sus espaldas. Al poco tiempo de caminar llego su hijo, un pequeño de 15 años recuerdo vagamente, lo que si recuerdo con detalle es que tenía cáncer y que no tenía cura y de seguro no tendrá mucho tiempo, llego con una funda contenía algunas frutas, una botella de agua, un plato plástico. —Su hijo me dijo tómelo espero le guste. Su padre me quedo mirando mientras agache mi cabeza él dijo: —Tómelo ya nos tenemos que ir pues aún nos falta comprar cosas para la casa. Entonces respondí. —Por favor llévelo no es necesario. —Su hijo respondió en unos cuantos días ya no lo necesitare tómelo por favor. Su padre puso la mano en el hombro de su hijo mientras la otra en el mío y dijo: —No hay problema que tengas suerte. Me los quedé mirando un rato mientras se iban y luego volví al parque, un vendedor ambulante se me acerco me miro durante un breve tiempo, sentí dentro de í esa breve enviada porque hoy estoy comiendo, me parece que no lo hiso por maldad ya que siempre me llamo la atención esa sonrisa y fe que tienen al caminar. Menos mal se fue rápido porque a los pocos segundos de estar por abrir y ver que había en el plato, llego un hombre uniformado a decirme largo de aquí este no es lugar para que realice este acto, un poco cabizbajo me levante y me fui de ese lugar a unas cuantas calles a sentarme a comer y terminar lo que me habían dado. Entonces mientras caminaba y veía como muchos lugares como locales de comida y de artículos de venta cerraban puertas en el mismo momento que yo caminaba por ahí, seria por mi talvez no querían que entrara al verme como me veía mejor seguí caminando y así busque una pequeña grada en el portón de una casa, me senté y termine de destapar el plato de comida para aprovecharlo y ahí. Yo me preguntaba, ¿dónde quedaba mi vida? ¿Dónde quedaba mis ganas? ¿Dónde deje mi sonrisa? ¿Cuantos días han pasado? ¿Pero qué fecha es hoy? Muchas ideas pasaron por mi mente mientras comía ya que no me había dado cuenta de que día es hoy, por tanto, mientras comía cerca del parque de donde antes estaba recordé que no hace mucho hubo una manifestación muchas personas se golpeaban y corrían gritaban y talvez entre tanto alboroto quizás quedé inconsciente por algún golpe. —Dije, debió ser eso talvez, por ello me encontré en ese hospital. —Alguien llamo a urgencias y así termine ahí. Entonces sin darme cuenta comenzó a anochecer no era más que las 6 o 7 de la noche, transcurría el día y otra vez estaba preocupado porque no es fácil dormir por estas calles, si bien el día es algo la noche algunas veces la he aguantado, poco a poco empezó a salir la otra clase de gente a esa clase que se gana el día aprovechándose de lo ajeno, a ellos que los monstruos tienen miedo de salir a asustar. A ellos que no importara las acciones porque la misma autoridad deja que tomen todas las decisiones, pues al poco rato ya estaba buscando donde acostarme como reiteradas veces lo hacía, pero no encontraba un lugar, algunos apestaban y otros mejor no mencionar, algunos tenían sangre y orines y a otros les faltaba un pedazo. Encontré un lugar cerca de un poste parecía de lo mejor entonces me arrimé a él, al poco tiempo las luces de todo el lugar se apagaron, no me pareció raro ya que si bien sé que no hay noche que no ha pasado, pero está bien solo me arrimé bien. Un grito me asusto pues, ¡auxilio! ¡auxilio! Me han robado alguien por favor, ¡ayuda!  No se escuchaba más que unos cuantos murmullos y en unos cuantos segundos me dirigía a esa dirección, cuando llegue pude apreciar que era una chica joven, tenía una mirada como de perdida, parecía que apropósito hicieran pasar un mal momento. —Se llevaron mi cartera solo tenía unas pocas monedas. —Es mejor que ya se vaya, pues en estos lugares es difícil recuperar algo dije. —Solo eran unas cuantas monedas para llevar pan para mis hijos. —Solos todo el día, era lo que tenía para dar De poco en poco llegaron más personas a mirar, de todo tipo y mas —Grite, alguien por favor de unas monedas—necesita algo para llevar a su casa. Solo 2 de ellas se acercaron y quedaron viendo fijamente, no conté cuanto era todo lo que habían dado le entregué. Dije tómelo y ya váyase de seguro la demás gente de estos hogares llamaran a los oficiales y si por mala suerte a usted se la llevaran. Unos segundos tomaron para llevarse el bolso de la chica igualmente esos mismos segundos fueron suficientes para ver cómo la gente se desvaneció nuevamente del lugar. Poco a poco la noche se terminó  la noche apenas podría decir que dormí unos segundos al otro día dijeron que se había hallado un cuerpo de una chica que decían que después de ser asaltada al dirigirse a casa la habían violado he incluso le quitaron las pocas monedas que tenía, quien por esos mismos momentos transitaba por ahí, la policía solo llego, miro el cuerpo lo recogió y se fue nadie dijo nada ,nadie dio nombres, nadie menciono a dos niños que en su hogar aun estarán esperando que su madre llegue con comida. Serán grandes, serán pequeños, ahora no serán más que simples vagabundos   o quizás se conviertan en delincuentes o tanto será la mala suerte que para mañana ya estarán muertos hasta el momento que los tengan en cuenta las autoridades, ya solo habrán quedado trapos y enceres en un cuarto. Me levante y me fui a paso lento, preguntándome que pasara tenía la botella en las manos y tomaba pequeños sorbos de agua mientras gritaba como loco ¡aaaaaaaaah! si ya ni alimento, ni palabras quedaban en mi cabeza. Mientras otra vez me dirigía al parque central varios grupos de personas venían protestando y gritando llegando al centro veo que todo estaba cerrado y estaban afuera, ¡basta ya de estas injusticias decían! ¡Terminen ya todo! Entonces al momento un anciano paso junto a mí. —Sostenga este palo y vamos seguid conmigo. Asustado lo tomé, pero no lo seguí, solo vi cómo se la gente seguía y seguía caminando, entre la multitud la vi, con unas pequeñas ojeras, su cabello recogido y sus ojos casi llorosos. Si antes estaban llenos de esperanza y alegría ahora solo reflejaban tristeza, ella aquella mujer por lo que habría dado todo, con la que viví gran parte de mi juventud, gritando. —Quiero justicia escuchen, quiero que me devuelvan a mi esposo. Y que sin saber apenas se la podía escuchar su voz entre tantos gritos, muchos pedían muchas cosas, y muchos reclamaban algo. Se llama Alejandra, cálida como ninguna otra, con gran sentido de bondad, aunque enojada saltaba rayos de su cabeza y tan sentimental y llorona por cosas tan simples como metal oxidándose al sol de un momento a otro volteo y tuve que girarme y agacharme pues ahora no puedo dejar que me vea así, aun no es momento de estar de nuevo con ella. Si tal vez pudiese contarle todo, si talvez pudiese mirarla a los ojos y decirle lo que aun siento por ella, No les he dicho, tenemos dos niñas Camila y Gabriela de 6 y 8 años, tan hermosas como su madre y tan traviesas como ninguna otra de su edad, recuerdo un día que Camila mientras comíamos en la meza al intentar comer un poco de pollo tomo un tenedor aun sin saber usarlo termino tirando toda la ensalada encima de su hermana, aún tengo esos recuerdos pero no puedo recordar que paso para que yo esté aquí. La multitud siguió avanzando, pero yo me quede atrás luego de unos momentos empezó a desencadenarse el conflicto, gente lanzaba piedras y otros corrían, gente gritaba y policías armados gritaban, ¡atrás! Con mucha autoridad. Me desvié y me alejé un poco de ese lugar pues entre todo el conflicto me moví por otras calles, y luego recordé. Ella fue ahí estaba justo delante pero que cobarde soy no pude ni siquiera protegerla. Decir ¡No vayas! pero todo lo que camine fue en vano ya que en poco tiempo el lio me alcanzo. Yo no quería ser parte más veces buscaba alejarme y no conseguía mucho, sin darme cuenta ella se acercó detrás de mi entre tantas personas no la vi. Alejandra—¡Porque estás aquí! ¡porque no vuelves a casa! ¡ellas te extrañan!, porque … Mientras me golpeaba en el pecho, pero esos golpes casi no dolían, pero en el reflejo de sus ojos vi como los míos desprendían lágrimas y yo sin darme cuenta que mi voz apenas podía pronunciar. —Perdón, pero ahora no depende de Mi ¡Por favor ve a casa! —¡Estás loco! no me iré sin ti. Una bomba de humo cayo entre nuestros pies, entonces la tomé y corrimos nos alejamos más de lo que pudimos, pero en medio de la conmoción ella se me perdió y no la pude volver a encontrar. Espero me haga caso dije entre mí, siguió pasando el tiempo entre bullas y más ya casi no tenía energías, pero supuse que logre alejarme lo suficiente. No había comido nada hoy pues no hubo suficiente tiempo para tomarme un descanso o hacer algo más que huir, pero bueno fue increíble verla de nuevo espero ya esté en casa junto a las niñas también creo que debería irme más lejos de estas calles pues por mal mío me ha visto que estoy aquí y puede ocurrirse venir a buscarme nuevamente y eso no sería muy bueno para ellas.                                                                              Capitulo II                                                                             REBELIÓN Aun no puedo volver debo esperar paciente mente cerca de este parque, debo arreglar ya las cosas pues mi mente solo sabe que uno fue el culpable y si mis acciones bien merecen castigo estoy dispuesto a tomarlo en cambio no pienso dejar que el solo viva bien si yo también tengo ese derecho. Ahora no tengo mucha preocupación por dormir, pese a estar todo el día en el corre, corre pues ahora debo de continuar el día incluso más precavido que antes pues no debo dejar que Alejandra me encuentre y tampoco debo dejar que salir con la suya a Miguel ¿Quién era Miguel? Era de unos de mis compañeros de trabajo, llegaba a laborar a la misma hora que todos solo era mi secretario que gracias a diversos procesos logro convertirse en mi mano derecha aun así nunca tomé sus ganas de avanzar como algo mas pues siempre tuve en la cabeza de que todos teníamos derecho a avanzar y porque negar su desarrollo si yo también empecé así. Cuando yo tenía 25 años lo conocí, luego de salir al poco tiempo de la universidad me había graduado en arquitectura la cual permitía que siempre estuviera en movimiento pues desde pequeño me gusto crear cosas, admirar los edificios gigantescos y subir a lo más alto de ellos para mirar las cosas desde una perspectiva alta, pues fue así donde llegue a una empresa de construcción en la cual fue muy caótico tratar de cumplir con todos los requisitos que me solicitaban ya que si bien había sido graduado con honores  en ese tiempo era muy difícil realizar las cosas. Un día entre tanto llenando documentos y dibujando el llego a la empresa no era mayor que yo pues parecía que de igual manera era recién graduado y que al mismo tiempo buscaba más experiencia del trabajo por ello venía muy feliz a buscar una oportunidad  luego de unas horas en la oficina del jefe del lugar el mismo bajo y me dijo que ya había sido contratado y que le habían dicho que yo tenía que indicarle como era el funcionamiento de la empresa ya que todo el tiempo que pase era aproximadamente unos 2 años, entonces de buena manera pase a indicar todo lo que debía hacer y entre risas y más pues fuimos apoyándonos uno al otro.  Su conocimiento era increíble para el área de redacción porque luego de terminar algún proyecto el presentaba con grandes palabras lo que debíamos realizar y el proceso a seguir mientras que yo me ocupaba de seguir dibujando planos y tratar de terminar el proyecto par que sea completamente visible para los otros. Así pasaron los años trabajamos mucho, la empresa en poco tiempo era conocido por mas gente he incluso se llego a conocer en todas las ciudades cercanas pues el trabajo con las estructuras era maravillo y lograba que muchas personas se dieran cuenta que era mas que un edificio una obra de arte, cierto llegaba temprano al trabajo me habían solicitado  un edificio de recepciones  con estacionamiento, vista del cielo, y obviamente hermosos acabados por dentro. Pero cuando llegue Miguel ya estaba hablando con el cliente y pues se les notaba muy apegados uno del otro , casi no entendí nada pero lo único que me pidieron ambos es que debimos cambiar el proyecto, en ese momento solo dije que no era posible pues el trabajo ya estaba muy adelantado y apenas me faltaban completar detalles para terminarlo, sin embargo no escucharon razones y mientras peleábamos surgió una idea.

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