OPEN YOUR EYES

Dicen que cada persona viene al mundo con un alma gemela, una persona que llenará todos los vacíos dentro de tu corazón. Muchas veces esperamos encontrarlos a la vuelta de la esquina, pero eso no sucede, ni siquiera sabemos si tendremos la capacidad de reconocerlos, decidimos amar a personas que a la larga lejos de ser un complemento terminan hiriéndote haciéndote creer que aquello es solo un mito, pero aun así nos aferramos a tener un amor.  Mi nombre es Sergio llevo 3 meses en coma, mi vida no era muy interesante, me dedicaba a ser gerente en una empresa de ventas de electrodomésticos, amaba mi trabajo como también mi vida aunque esta fuera muy sencilla, amaba a una persona que el día de mi accidente lo descubrí engañándome con mi mejor amigo, desgarrador, no? Pero era real, confiaba ciegamente en él, que el ver la verdad de todo me fue difícil de asimilarlo. * * * * * * * * *  Ese día era normal nadie podía imaginar todo lo que sucedería, salí del departamento donde vivíamos juntos para ir a trabajar despidiéndome con un beso en sus labios mientras este me deseaba que tuviera un buen día. Cuando estaba en mi lugar de trabajo el dueño de la empresa me informa que debía ir a un nuevo local que se encontraba fuera de la ciudad, esta se abriría a finales del siguiente mes, y decidieron que fuera yo quien vaya para capacitar a las personas que serían de dicho lugar.    Estaba muy emocionado, era un nuevo reto, nueva oportunidad, fui rápidamente para contárselo a mi pareja y prepararme para el viaje, cuando entraba al edificio el guardia me ve con temor, ni siquiera lo sospeché, lo saludé como siempre lo hago mientras este solo baja la cabeza, sin pensar mucho en ello subí a mi departamento, estaba tan entusiasmado que nada me haría dudar de lo que estaba ocurriendo, la puerta se encontraba sin llave, no era de sorprenderme ya que siempre era descuidado, aunque le llamara la atención simplemente nunca mantenía la puerta cerrada. Entrando voy a la cocina a servirme algo de agua porque me encontraba sediento, cuando bebía del vaso oí ruidos que provenían de la habitación, camino lentamente sin sospechar lo que iba a ver con mis propios ojos, ambos estaban en la cama donde duermo con él todas las noches abrazados, teniendo relaciones, no pude pronunciar ninguna palabra, mientras que lo veía como lo besaba y acariciaba solo podía pensar que creía ser yo la única persona dueño de esas caricias, no podía evitar que lágrimas cayeran de mis ojos, me sentía destruido, derrumbado, mi mundo fue cayendo a un precipicio sin fin mientras pasaba cada segundo, ni siquiera notaron que estaba allí viéndolos. No soportando, decidí salir del lugar sin hacer escándalo, no tenía sentido, se hubieran inventado muchas historias para que yo creyera que lo que estaba pasando fuera un error, si había un error, y era que amaba y respetaba a una persona que no sentía lo mismo por mí.   Salí del edificio sin medir el peligro que implicaba cruzar las calles, sin mirar por los lados, lo último que recuerdo fue oír como las ruedas de un vehículo rechinaban intentado detenerse, pero en la velocidad que se encontraba era imposible no dar con mi cuerpo. Creí que moriría en ese momento pero no, aun mi cuerpo se resiste a dejarme ir, yo solo quiero dejar de sentir, no es que tenga dolor, mi cuerpo no lo siento en absoluto, pero lo que tengo en mi corazón y alma duele y mucho, llevo mucho tiempo oyendo a los médicos decir que no tienen esperanzas conmigo, desde que me trajeron inconsciente nadie ha venido al hospital a decir que es un familiar, ni siquiera a reclamar mi cuerpo. Jamás oí una voz familiar pidiendo que mejorara, ni siquiera de esa persona que creí amar. Es posible que a pesar de lo que me estaba haciendo esperaba a que viniera preocupado preguntando por mí? Aunque fuera un deseo esto nunca sucedió, estaba solo, absolutamente solo deseando que mi cuerpo se rindiera y dejara de luchar. * * * * * * * * * - Doctor, el paciente aún no ha recibido visitas. - Dice una enfermera mirando el cuerpo de Sergio con tristeza. - Es muy triste no tener a nadie. - Responde el médico  con pesar. Si fuera cierto ya me hubieran dejado morir, que acaso no ven que quiero que me dejen ir!? Odiaba que no me escucharan, porque los únicos que seguís luchando con afán eran ellos. Por qué? Si ni siquiera sabían quién era yo, acaso es solo por esa ética del médico? No me importaba oír sus voces me agobiaban, solo seguían sintiendo lastima de este cuerpo, porque ni siquiera era yo quien respiraba con mis propios pulmones, todo mi cuerpo está conectado a esas máquinas con sonidos molestos.     * * * * * * * * * * * * * * * * * * *   Mi nombre es Mateo, siempre he creído en el destino, cuando debía inscribirme a la universidad recuerdo que escribí en varios papelitos los nombres de las carreras que deseaba seguir, arrugándolas todas los coloqué en un vaso, le dije al destino que decidiera que camino debía tomar, pero que sea cual sea su elección que en ella pueda encontrar a la persona que me acompañará el resto de mi vida. Al tomar uno de ellos la carrera es medicina, un poco pesado, pero lo acepté. Al inscribirme a la universidad creí que conocería a esa persona mientras que seguía la carrera, pero mi corazón parecía estar sellado, aunque se me acercaran, dentro mío sentía que no era la indicada, en ocasiones pensaba que no existía esa persona, no había quien me hiciera sentir que era la que quería en mi vida, en ocasiones me entristecía, pero si ese fue el camino que debía seguir, tenía que tener mucha paciencia. Soy fiel creyente de que todos tenemos un alma gemela, mi cuestión era si yo podría reconocerlo cuando lo tenga frente a mis ojos. He ganados muchos amigos dentro de la universidad, que se hacían novios de algún compañero, del mismo año o de otro. Me preguntaba que pudiera yo tener de malo, que conmigo simplemente no sucedía. He pasado los 6 años estudiando duramente hasta recibirme como médico, muchos viajaron a otras ciudades o países, pero yo decidí quedarme donde estaba, algo me decía que ese era mi lugar, empecé trabajando en una pequeña clínica, no ganaba mucho pero para mí ya estaba bien, el dueño de la clínica me ha tomado mucho cariño y siempre me decía que debía buscar algo mejor, a lo que yo me negaba, pero después de haber estado 2 años en el lugar, un día se acerca a mí para decirme que me transfiere a otro hospital, donde uno de sus colegas es decano del lugar y necesitaban alguien como yo, la verdad no sé a qué se refería con eso, pero lo acepté. Cuando llegué al lugar, al momento de poner un pie dentro del hospital, mi corazón vibró, sentía que latía con fuerza, que yo lo interpreté como nervios por empezar en un nuevo lugar, el hospital era grande con muchos personales como también muchos pacientes. Era un gran desafío, ya estaba acostumbrado a la tranquilidad de la pequeña clínica, aquí todos estaban corriendo de aquí para allá, aun no sabía dónde exactamente estaría, pero mientras era útil yo era feliz. - Buenas mi nombre es Mateo, vengo de la clínica Por venir. - Como estás Mateo, toma asiento, soy el decano, el Dr. Antonio, es un placer tenerte aquí, Thomas me había hablado muy bien de ti. - Gracias, solo espero poder cumplir con sus expectativas dentro del hospital. -Estoy seguro, que así será, como le he dicho Thomas, necesito un médico para terapia, ya que el que se encuentra viajará al exterior a finales del mes, que sería en unos días. -Entiendo, le agradezco por esta oportunidad. -Puedes empezar desde mañana, así te tomas el día para descansar, el Dr. Paul te estará indicando todo el día de mañana en cuanto estés aquí. -Gracias Sr. Decano. De nuevo le agradezco por esta oportunidad de formar parte de su equipo de médicos. -Gracias a ti Mateo por aceptarlo. Luego de la entrevista con el decano fui a ver un departamento por los alrededores para no tener que viajar mucho tiempo para llegar al hospital. Que es puesto se de terapia implicaba que debía estar disponible para cualquier momento. Estaba contento por este nuevo desafío, ver tantas personas entrar y salir del hospital en verdad me sorprendía, estaba acostumbrado a la poca circulación en la clínica que esto comenzaba a aterrarme.