Pisa y Corre

"Aunque no lo parezca, te amo..." Mi Prima Bia era una linda chica de apenas 14 años cuando la "reconocí", recién los había cumplido y creo haber ido a su fiesta de ese cumpleaños, con mi otro primo, Chamorro, los tres eramos primos y yo casi no me relacionaba con ella, pues la consideraba una mocosa fresa, yo en ese tiempo tenia 18 años, y en esa su famosa fiesta pude ver que ya no era la mocosa de la cual yo me acordaba, se estaba convirtiendo en la hermosa mujer que llego a ser, la vi bella y muy hermosa, baile con ella, sin emocionarme pues el maldito pincho de que eramos primos, Chamorro me hizo de seña que nos fuéramos, pues ya era noche y ademas que sabia que no podíamos estar mucho tiempo ahí, pues teníamos asuntos de faldas que tratar, típico de los adolescentes de esa época. Nos despedimos y nos fuimos, con una promesa de volvernos a ver para tratar asuntos de Álgebra, una materia en la cual ella tenia problemas. Chamorro y yo, en ese entonces eramos estudiantes universitarios, mantenidos por nuestros padres, apoyábamos en la realización de las compras del negocio de cada una de nuestras madres, ambos realizábamos casi las mismas actividades, ayudar a en la preparación de la venta de comida, siempre íbamos a traer los carretones donde se transportaba la comida de la venta todos los días a la misma hora. Cierto día que yo venia de regreso con el famoso carretón, veo que en sentido contrario venia Bia, la salude y le pregunte que a donde iba, le pedí acompañarla-no pude resistir la tentación-, se veía tan bella con su falda macarena, ya era una bella mujer, me contestó que si y que me esperaría en la salida del barrio, me entregó algo enrollado, algo como un póster y alcanzo a decirme: Lo que dice ahí es cierto! caminé rápido, llegué a mi casa, me cambie y me dije, voy a ver que dice el tal póster, en el cual decía: AUNQUE NO LO PAREZCA, TE AMO, al vergazo la descarga de adrenalina, me puse nervioso y ansioso, me mudé lo mas rápido que pude y me dirigí donde estaba Bia, estaba mas bella que hace unos minutos, fuimos a hacer su diligencia y luego fuimos al parque, ahí platicamos, le hice ver que eramos primos, a lo cual me dijo que no le importaba, nos besamos, besos sinceros y puros, llenos de sueños y promesas, asi empezaba la tragicomedia de mi vida, la cual me marcaría para siempre y vaya de que forma. Acorde con Bia que en ese parque seria donde nos veríamos cuando quisiera verme o viceversa, lejos estábamos de pensar que nos deparaba el cruel destino.